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Color vibrante, sabor suave y textura crujiente. El clásico que no puede faltar en tu cocina.

El chile dulce es el corazón de la cocina costarricense. Su carne gruesa, su sabor suave y su aroma inconfundible lo convierten en el ingrediente estrella para sofritos, ensaladas, picadillos y guisos. Aporta vitamina C, antioxidantes naturales y color a cada platillo. Elegido por familias, chefs y abuelas, es ese toque tradicional que le da vida a tu mesa.